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Disfruta el proceso creativo

  • Foto del escritor: juanpablovillarruel
    juanpablovillarruel
  • 23 jul 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 17 ago 2018

A través de mi vida me he esforzado en todas mis actividades. Como hijo, alumno, empleado, maestro, artista, pareja, padre… sin embargo, la justicia no es consecuente de tus esfuerzos. La vida te va labrando con mil decisiones cada día, con esfuerzo y con tenacidad. Pero es evidente que hay muchísimas personas de talento que dejamos la piel y el alma por los proyectos sin algún día conseguir salir adelante en sus vidas.

Hay ejemplos de vida que tal parece estamos marcadas por una luna negra. Personas con tal cúmulo de desgracias a sus espaldas que su destino se llena de malas anécdotas. Pasando por sus mentes la visión de un Dios ciego a sus dificultades. Hay muchos casos históricos o olvidados en nuestras ciudades, de los históricos como no recordar a Polidori, médico, secretario, quizá amante y desde luego victima del renombrado escritor Lord Byron. Este ultimo lo maltrataba, lo humillaba, lo llamaba despectivamente “el pobre Polidori” desprestigiaba continuamente sus obras, catalogándolas de ridículas y faltas de calidad.

También podría mencionar a gente que nos topamos en la calle y nos sorprende por su habilidad de tocar un instrumento, de realizar una pintura, de escribir, surgiendo (al menos a mí) la desesperación de no poderles ayudar, promoviendo sus talentos.

Según un reportaje de Rosa Montero (2018) en un periódico local, menciona una nota de la revista

“Nature un estudio tremendo de la Universidad de Northwestern que, tras analizar la carrera de 30 mil cineastas, artistas y científicos, concluye que el éxito viene en rachas; que estas rachas duran poco, como máximo cinco años; que por lo general sólo se tiene una en la vida, y que son un completo producto del azar. Es decir, de la buena suerte”.

Nos hace preguntarnos si ese periodo de tiempo ¿Lo desperdicie? Y en todo caso ¿vale la pena seguir esforzándose por nuestros sueños? O serás de los que con seguridad esperas ese elevador esperanzador…

Sin embargo, la creatividad es una experiencia de la unión mística. Los artistas cuando reconocimos nuestra vocación sabíamos que conllevaba numerosos riesgos, numerosas humillaciones y nos aferramos a los impulsos de nuestro corazón (donde se esconde Dios). Quien se hace a la mar sabe que habrá de enfrentarse a los infaltables peligros y tormentas. Sabíamos y nos entusiasma visualizar la vida como una aventura, una navegación hacia puerto seguro. Para cuando venga la adversidad; cuando, desconcertados y deprimidos, se encuentren en estado de ansiedad, de angustia, de desaliento.

Varios artistas hemos encontrado en Dios nuestro refugio e inspiración. Como decía San Pablo: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Filipenses 4, 20). Y en lugar de caer en una postura de victima por la falta de oportunidad, a consecuencia de como se maneja el mundo. Sabemos muy bien si tienes los contactos adecuados y recursos que te apliquen un programa de difusión, producirán a un artista no se si de calidad, pero si lo posicionara en los reflectores.

En lo que respecta con mi vida, ya no espero nada de los hombres. Me han lastimado, traicionado, ignorado, mi esperanza no esta ya en el reconocimiento de mi trabajo, de mis talentos. Ahora disfruto mi pintura por el solo hecho de realizarla, sin esperar que me reconozcan en esta dimensión terrenal.

“El Señor es mi justicia” (jer, 23,6). Y el me reconfortara…. ve con los ojos de la fe.




 
 
 

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