top of page

Análisis de la Obertura 1812 de Tchaikovsky

  • Foto del escritor: juanpablovillarruel
    juanpablovillarruel
  • 19 jul 2018
  • 3 Min. de lectura

Esta composición celebra la derrota de Napoleón en su campaña por conquistar Rusia, y con el paso del tiempo se ha convertido en una representación de la libertad y la lucha contra la tiranía.

Piotr Illych Tchaikovsky

Piotr Illych Tchaikovsky nació en Vótkinsk nació en Rusia el 7 de mayo de 1840. Es de una familia de clase media, recibió una educación dirigida a prepararle como funcionario público. En 1812 fue derrotado napoleon y el Zar Alejandro II en 1880 mandó construir la Catedral de Cristo Salvador de Moscú. Nikolai Rubinstein, director del Conservatorio de Moscu, sugirió una pieza conmemorativa para emplearse en la inauguración de la catedral, encargándosele este trabajo a Tchaikovski. El compositor ruso empezó el proyecto en octubre de 1880, acabándolo en solo seis semanas.

Tchaikovski nunca quedó muy conforme de esta obra. El opinaba que podría ser "fuerte y ruidosa, pero carente de mérito artístico, porque la escribí sin calidez ni cariño". Pero el genial compositor se equivocó, ya que con el tiempo La Obertura 1812 se convirtió en pieza obligada del repertorio orquestal y una de las más grandes composiciones de la historia musical rusa.

La Campaña Napoleónica en Rusia

Cuenta la historia el 7 de septiembre de 1812, las tropas de Napoleón se enfrentaron a las fuerzas rusas en Borodino (a 120 km al oeste de Moscú). Aunque el ejército francés fue el ganador, resultó una victoria momentanea para Napoleón pues con más 100,000 bajas la batalla de Borodino es considerada una de las más sangrientas de la historia.

Con sus fuerzas agotadas Napoleón avanzó hasta Moscú. Los franceses se encontraron con una ciudad incendiada y sin provisiones. Como estaba muy lejos de sus líneas de abastecimiento, Napoleón se vio obligado a abandonar Rusia. En su larga marcha de regreso el ejército francés se enfrentó a varios contratiempos: hambre, bajas temperaturas, y el constante asedio de las fuerzas rusas. Para cuando llegó a Polonia, la Grande Armée se encontraba reducida a la décima parte de su fuerza original.

Esta derrota de Napoleón inspiró a Leon Tolstoi a escribir su famosa novela “La Guerra y la Paz” y a Piotr Illych Tchaikovsky, a componer la célebre "Obertura 1812".

Estructura musical de la Obertura 1812

La obra comienza con "Dios proteja a su pueblo", una melodía religiosa de la Iglesia Ortodoxa Rusa, ejecutada por ocho violoncellos y cuatro violas, que recuerda la convocatoria a rezar por la paz que encabezó el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, consciente de que el ejército imperial ruso, inexperto y pobremente equipado, no podría hacer frente al ejército de Napoleón, que era la maquinaria de guerra más poderosa de su tiempo.

Las notas que suenan a continuación expresan la inminencia del conflicto y la preparación para la batalla, en una mezcla entre la desesperación y el entusiasmo, seguido por los sones distantes de "La Marsellesa" representando el avance francés. Los dos ejércitos se encuentran en Borodino y "La Marsellesa" se impone tras una dura lucha.

La pieza tradicional rusa que sigue plasma el pedido apasionado del Zar, que apela al espíritu ruso, llamando a su gente a seguir adelante y defender a la Madre Rusia. Sin embargo, "La Marsellesa" vuelve a elevarse, indicando el avance sobre Moscú por parte de las fuerzas francesas.

Los rusos abandonan sus pueblos en el camino a Moscú dejando atrás tierra arrasada, y el crescendo de la música tradicional rusa va luchando contra el himno francés, hasta que este choque llega a un punto elevado, indicando la caída de la última línea de defensa rusa, al tiempo que Moscú arde. En el momento de la toma de Moscú, cuando todo parece perdido, el himno religioso del inicio es oído de nuevo representando la intervención divina, que trae un invierno extremo para el que los franceses no estaban preparados. Las tropas invasoras comienzan su retirada, pero sus cañones, atrapados en el terreno congelado, son capturados por los rusos. En el final apoteósico los cañones son disparados en señal de triunfo, acompañados por el repique de las campanas.

Interpretación de la obra

La obra de Tchaikovsky sin ser un gran conocedor de la música me transporta a diferentes paisajes a través de los varios minutos que tiene la duración la pieza. Desde paisajes serenos de calma de los violines parando la marsellesa ya tan identificable en nuestra cultura. Hasta pasar a pasajes más dinámicos que hacen en la imaginación del oyente transportarse al centro de la batalla.

Es inevitable aún sin conocer la historia sentir o visualizar paisajes de ejércitos monumentales en batallas, en mi particular sentir no es de mis favoritas. Siento como si fuera una fanfarria a un ejercito en una acción bélica que de fondo siempre están intereses nada nobles. Es una pieza que sin ser conocedor no hace sentir profundidades del alma del creador. Todo lo contrario, es una pieza que expresa vanidad, violencia, superficialidad y es confirmada cuando investigas la obra y sus intereses.



 
 
 

Comments


bottom of page